El Zafiro
Los antiguos persas creían que la tierra reposaba sobre un zafiro gigante, y su reflejo era lo que daba color al cielo.
[/vc_column_text][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_row_inner el_class="materials_row" css=".vc_custom_1529064645190{background-color: #fafafa !important;}"][vc_column_inner width="1/2" el_class="history_block"][vc_single_image image="94" border_color="grey" img_link_target="_self"][/vc_column_inner][vc_column_inner width="1/2"][vc_column_text]
Era consideraba como la piedra de los comerciantes, proporcionando éxito y beneficios a quienes portaban una gema de esta naturaleza. Entre sus propiedades y poderes curativos, los zafiros se consideran muy eficaces en los trastornos vasculares, hemorragias, obstrucciones en las venas y capilares.
Mejora el sistema muscular, y alivia los calambres, reúma, artrosis y osteoporosis. Alivia dolores de ciática, lumbago, los cuales eran tratados con la aplicación directa de la gema sobre la zona afectada. También está positivamente indicado en pacientes con hipertensión.
[/vc_column_text][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_row_inner el_class="materials_row"][vc_column_inner width="1/2" el_class="history_block"][vc_column_text]Los zafiros a través de la historia, han sido siempre asociados a la realeza. Quizás vinculados a personas con “sangre azul”. De ahí que los tesoros de la corona británica, contengan zafiros grandes y pequeños, protagonizando muchas de sus emblemáticas joyas.
Es el caso de las sortijas de compromiso de las princesas Ana, Diana y Catalina de Gales, que contienen zafiros orlados de diamantes y que por tradición es considerada como piedra y color de la realeza.
[/vc_column_text][/vc_column_inner][vc_column_inner width="1/2"][vc_single_image image="95" border_color="grey" img_link_target="_self"][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_row_inner el_class="materials_row" css=".vc_custom_1529064675861{background-color: #fafafa !important;}"][vc_column_inner width="1/1"][vc_column_text]