El Rubí
Su nombre proviene del latín “rúbeas” que significa rojizo.
El Rubí junto con el zafiro compone la especie mineral Corindón. Es un óxido de aluminio que debe su color rojizo a la presencia de cromo en su composición. Si además tiene trazas de óxido de hierro, da lugar a ejemplares con tonos más pardos.
[/vc_column_text][/vc_column_inner][vc_column_inner width="1/2"][vc_single_image image="57" border_color="grey" img_link_target="_self"][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_row_inner el_class="materials_row" css=".vc_custom_1529064645190{background-color: #fafafa !important;}"][vc_column_inner width="1/2" el_class="history_block"][vc_single_image image="58" border_color="grey" img_link_target="_self"][/vc_column_inner][vc_column_inner width="1/2"][vc_column_text]La variedad va del rojo naranja al rojo púrpura, pasando por colores intermedios. Su dureza le sitúa en el segundo lugar en la escala de Mohs con un 9.
Aunque en la roca presenta un aspecto opaco y graso, una vez pulido se obtiene un efecto de brillo fantástico. Es un material frágil, por lo que un golpe seco puede crear fracturas internas y éstas llegar a la superficie. Cristaliza en el sistema trigonal en forma de prismas con seis caras, hexagonal cúbico.
[/vc_column_text][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_row_inner el_class="materials_row"][vc_column_inner width="1/2" el_class="history_block"][vc_column_text]El tipo de talla está en función de la calidad del material. Sus inclusiones pueden hacer perder transparencia y color a la propia piedra. A veces la presencia de ellas son potenciadoras de color al tiempo que les otorgan legitimidad frente a los sintéticos. Las gemas de calidad más transparente son talladas en forma oval.
Los ejemplares más turbios y opacos suelen tallarse en cabujones y cuando presentan inclusiones en forma de agujas que se cruzan, pueden dar lugar al fenómeno de asterismo, tan bello en los corindones. A estas bellas gemas se les llama “rubí estrella” y son cotizados y muy valorados a medida que el efecto estrella se hace más visible.
[/vc_column_text][/vc_column_inner][vc_column_inner width="1/2"][vc_single_image image="59" border_color="grey" img_link_target="_self"][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_row_inner el_class="materials_row" css=".vc_custom_1529064675861{background-color: #fafafa !important;}"][vc_column_inner width="1/2" el_class="history_block"][vc_single_image image="60" border_color="grey" img_link_target="_self"][/vc_column_inner][vc_column_inner width="1/2"][vc_column_text]Los rubís de calidades inferiores tienen mucha salida en forma de bolas facetadas o sin facetar para hilos de collares o en forma de cuentas o abalorios para complementar diseños. Este tipo de collares tiene gran aceptación en la joyería de la India.
[/vc_column_text][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_row_inner el_class="materials_row"][vc_column_inner width="1/2" el_class="history_block"][vc_column_text]Los yacimientos más ricos y famosos de rubís finos es Birmania, ahora llamada Myanmar. Las minas de rubí de este país son tan antiguas como su misma historia. Los ejemplares de esta zona son de un rojo bello e intenso que adquieren la denominación de “Sangre de Pichón” y que son casi tan valorados, escasos y apreciados como los propios diamantes. Estos yacimientos también producen gemas rosáceas, y solamente un 1% del material extraído puede considerarse como gema para joyería.
Existen otros yacimientos que producen rubís y en los que en determinadas ocasiones aparecen buenas calidades. Estos son tales como Sri Lanka, India, Madagascar, Tailandia, Ceylán y Tanzania.
[/vc_column_text][/vc_column_inner][vc_column_inner width="1/2"][vc_single_image image="61" border_color="grey" img_link_target="_self"][/vc_column_inner][/vc_row_inner][vc_row_inner el_class="materials_row" css=".vc_custom_1529064675861{background-color: #fafafa !important;}"][vc_column_inner width="1/2" el_class="history_block"][vc_single_image image="62" border_color="grey" img_link_target="_self"][/vc_column_inner][vc_column_inner width="1/2"][vc_column_text]Durante algún tiempo los rubís eran confundidos con otras gemas, como granates o más frecuentemente con espinelas. Tal es el caso del rubí del Príncipe Negro de la corona de Inglaterra, y que posteriormente se reveló como una espinela.
El marcado de los rubís sintéticos e imitaciones se inicio en 1923 mezclando alumbre y pigmentos de cromo. Este método permite la producción de piedras muy similares química y físicamente a las naturales.
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